- Título: The beast
- Autor: J. R Ward
- Serie: La hermandad de la daga negra #14
Su nombre es Rhage, el luchador más letal y voraz de toda La Hermandad, cuya bestia interior nunca podía ser domada. Pero Rhage encontró su amor eterno en Mary Luce, una mujer que soportó un infortunio que amenazaba su vida mientras soñaba con la eternidad junto a su guerrero vampiro y protector.
Ellos lo lograron. Ahora su historia continúa en una nueva novela que seguro atraerá nuevamente a los fans del mundo de La Hermandad de la Daga Negra
Ellos lo lograron. Ahora su historia continúa en una nueva novela que seguro atraerá nuevamente a los fans del mundo de La Hermandad de la Daga Negra
Mary estaba de puntillas, inclinándose sobre la parte superior de la cómoda tratando de poner un montante de perlas en su lóbulo de la oreja y fallando al agujero. Con su cabeza inclinada a un lado, su profundo pelo castaño caía sobre su hombro, y hombre, él solo quería acariciar la cosa. Y quién sabe si eso era lo único en lo que quería poner sus manos encima. El corte limpio de su mandíbula atrapó y mantuvo la luz de la lámpara de Cristal en la pared y su blusa de seda cubría sus pechos y sus pantalones caían hasta el piso. No maquillaje en ella. No perfume.
Pero eso sería como tocar la Mona Lisa o golpear una rosa con algún Febreeze. (Marca de ambientador).
Había unas cien mil maneras para detallar los atributos físicos de su pareja y no una simple frase, o de hecho un libro entero, que podría acercarse a describir su presencia.
Ella era el reloj en su muñeca, la carne asada cuando se estaba muriendo de hambre, y la jarra de limonada cuando tenía sed. Ella era su capilla y su coro, la cordillera a su pasión por los viajes, la biblioteca de su curiosidad y cada amanecer y el atardecer que nunca había ni nunca habría. Con una mirada o la mera sílaba de una palabra, ella tenía el poder de transformar su estado de ánimo, dándole vuelo, incluso cuando sus pies se quedaran en el suelo. Con un simple toque, podría encadenar a su dragón interior, o hacer que se venga antes de que él aún estuviese duro. Ella era todo el poder en el universo reunido en un salón, algo para respirar, el milagro que se le había concedido, a pesar del hecho de que durante mucho tiempo no lo hubiera merecido.
Bastante simple, Mary era su vida.
Sí ... incluso después de todo este tiempo él seguía percibiéndola
-La Bestia, pg. 8 del manuscrito
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